martes, 27 de abril de 2010

Malta, un país para cuatro días

Por fin algo de actualidad. Es el viaje del que apenas acabo de aterrizar. Escribo esto un poco para reafirmar las satisfacciones que, aunque pocas, me siguen pasando últimamente.

Malta es una isla; o dos, con Gozo (nombre de la otra isla importante); o tres, con Comino (como su propio nombre indica), en medio del Mediterráneo. A nosotros nos suena a 12-1, pero es más que eso. Es un país abarcable y dominable en poco tiempo, con el inglés como 2ª lengua (y oficial), lo que facilita las cosas. Como resumen, el mar azul marino, transparente y por momentos turquesa intenso y el color albero de todas las construcciones. que ea veces recuerda a Amman, capital de Jordania. Lo que hay sobre todo son ciudades fortificadas, iglesias con bombillas, acantilados y un interesante etcétera.

No voy a explicar cómo es el país ni la distribución de su densa población en tantas ciudades: para eso ya están las guías de viaje. Por cierto no compréis la Guía Azul: es irritante, incompleta, desordenada... Lo peor es que hay pocas opciones más (Lonely Planet o El País Aguilar, ¿para cuándo? Para mí ya es demasiado tarde). Voy a explicar el itinerario de mi viaje, que puede servir de base para quien quiera ir:

MALTA EN 4 DÍAS: Vuelo Madrid-La Valetta, barato con Ryanair. Apartamentos Bayview, en Sliema, zona turística con muchos bares y restaurantes. Mejor no ir en verano, debe ser más masificado, pero muy agradable para primavera u otoño. Los autobuses son casi todos radiales, comenzando en la Plaza de la Fuente de los Tritones, junto a la puerta de La Valetta. Llevan por toda la isla, son baratos (0.47 euros ó 1,16 euros) y fáciles de dominar (coged un folleto de Malta Bus Routes, de la Public Transport Association).

DÍA 1: Llegada del vuelo sobre las 12 horas. Hay tiempo para dejar las maletas e irse a ver La Valetta. Se pasea en un rato. Imprescindible: la Co-Catedral de St John (6 euros, incluye audioguía) y sus caravaggios, una vuelta alrededor de la muralla y un par de iglesias casi juntas: Santa Bárbara, católica y muy barroca, con una gran cúpula y la Catedral Anglicana de San Pablo, austera donde las haya. Hay más sitios y visitas, pero para 4 días no conviene entrar en los palacios amueblados y museos varios. Después queda tiempo para dar una vuelta por alguna de Las 3 ciudades. Mejor empezar por Victoriosa (llamada Birgu en maltés) y si da tiempo, Senglea.

DÍA 2: Día en Gozo, la otra isla. Autobús a Cirkewwa y ferry a Gozo. Junto al puerto, hay una tiendecita ("Tourist Services" donde puedes alquilar un coche o, como hicimos nosotros: por 10 euros/persona un monovolumen con chófer te lleva a todos los sitios, que están desperdigados. Recorrido: ciudadela de Victoria; Templos de Ggantija (muy caro, como todos los monumentos en Malta, sobre todo los megalíticos: es decir, sólo para especialistas o jartibles del tema); Cueva de Calypso, si no está derrumbada; Malsalforn, pueblo de pescadores; panorámica de las salinas de Qbajjar (casi sin bajar del coche); Basílica de Ta'Pinu; Ventana Azul y Fungus Rock, colores impresionantes; y vuelta a casa, vía Ferry. Es verdad, da tiempo a todo.

DÍA 3: Alquilamos un coche: barato, 25 euros, pero con el embrague frágil, tanto que se rompió al mediodía (la verdad es que en 45 minutos teníamos otro a nuestra disposición). Lo de conducir por la izquierda, cambiando marchas con la zurda, toda una experiencia (sobre todo si viajas con la abuela Pepi y la abuela Toñi detrás diciéndote que tengas cuidado cada 25 segundos). Buscamos lo más desperdigado: panorámica del pueblo de Popeye (no se os ocurra entrar, es un parque de atracciones para niños y se ve perfectamente desde fuera); nos perdimos y acabamos en Mosta, gran suerte, porque vimos su Iglesia con su impresionante cúpula como el Panteón de Roma; no vimos la Gruta Azul porque el mar estaba bravo, una pena; Templos de Tarxien, interesantes pero caros; fábrica de los Clic de Playmóbil, donde lo flipamos como enanos; acabamos en los acantilados Dingli Cliffs pero se nos echó encima la noche.

DÍA 4: Empezamos por un viaje en vano a Paola: la iglesia estaba cerrada y en el Hipogeo de Hal Saflieni había que esperar que fallara alguna de los visitantes que habían reservado por Internet, además de que costaba ¡¡¡25 euros!!! por persona. Seguimos a Mdina, ciudad medieval preciosa: allí Catedral, donde nos dejaron colarnos, paseo agradable y algo imprescindible: visita a "Fontanella" donde nos comimos unas tartas espectaculares. Después, Rabat, que está al lado, y visita a dos catacumbas: de St Paul y de Santa Ágata. recomiendo visitar sólo ésta última: más barata, con guía, con pinturas interesantes y con pequeño museo.

Malta, usando otro lema (que tomo prestado) es "un país en la guantera". Agradable, cómodo y recomendable. Sin grandes sorpresas pero sin defraudar.

Hasta la próxima.

1 comentario:

cleverdyc dijo...

conño! una entrada 2 años después...
enhorabuena!