(mirando por la ventanilla del coche)
- Javi...¿Aquí no existen las azoteas?.
- Para qué, si no se tiende. Tenemos tejados para la lluvia.
Nunca hasta el otro día había pensado en su belleza y misterio.
Mi primera vez en el norte, norte: Euskadi. Una región, que no un país, demasiado etiquetada, pero de gran riqueza. Mi pena, no haberla visitado antes y permanecer tan sólo dos días. Al no disponer de tiempo, tampoco he podido capturar buenas imagénes. Pero sí he tenido el privilegio de disfrutar de un País Vasco bajo un sol brillante, casi sureño. Por la atención recibida y por el baño de luz, me he sentido como en casa.
Os dejo unos retazos de mi paso momentáneo por varias ciudades.

Conexión con el sur desde el norte. Abajo, llovía y el viento impedía salir de casa. Suspendido el concierto en la Alameda. Mientras tanto , yo me dejaba llevar por una calina de febrero insólitamente embriagadora.

Peine de los Vientos. Chillida. Impresionante en directo. Contradictoria. Sugiere mil cosas a la vez y la más absoluta nada.
El malecón donosti, como lo llaman algunos. Es curioso el poder del mar en cualquier época del año y lugar.
Azul casi eléctrico. Momento místico. Foto de blog o de libro de catequesis.
En mi vida había visto y probado un café igual.

Bilbo. Callejeando por el Barrio del Arenal. Me sorprendió gratamente esta ciudad. Despejé las nubes grises y oxidadas que tenía sobre ella. Luz, perfección en las formas y espacios abiertos.
Bilbo. Callejeando por el Barrio del Arenal. Me sorprendió gratamente esta ciudad. Despejé las nubes grises y oxidadas que tenía sobre ella. Luz, perfección en las formas y espacios abiertos.
El lado humano, templado tirando a frío.
Al pasar por esta fachada, no pude evitar recordar las banderolas del
centenario de los equipos de mi ciudad.
¿Cuánto pesan los sentimientos?
Bella y bestia mole de acero. Fascinante, por fuera y por dentro. Pese a las escasas recomendaciones de visitarla. Pude disfrutar de la exposición temporal "300 años de vanguardia en USA", con sus Warhol, Liechstein, etc... Flipo con la nueva arquitectura con estilo, perfectamente integrada en el casco viejo de la ciudad. ¿Quién dice que tradición y modernidad no pueden convivir?.